sábado, 19 de septiembre de 2015

No nací.

No nací para soñar a la medida de lo que culturalmente se espera del rol femenino.
No nací para quedarme a la sombra.
No nací para complacer.
No nací para ser lo que otros esperan.
No nací para validarme en las opiniones de otros.
No nací para que mutilen mis manos, vendiendo mi fuerza laboral a funciones dentro de la estructura económica que violentan la creatividad y la libertad.
No nací para ser prisionera, ni para aprisionar a otros.
No nací.
Si "soy mujer" con todo aquello que la fuerza del sometimiento cultural y social le imprime.
Si eso que no quiero ser significa ser mujer, entonces...
No nací.

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